Eres uno de esos amores buenos,
de los que te despiertan con una sonrisa cada mañana,
de los que te hacen entender letras de canciones cursis
las cuales solías cantar sólo porque estaban de moda.
Eres de esos amores buenos
que hacen querer desafiar el mundo
pero te hacen consciente que hay que ser prudentes
y que no todo es así de sencillo.
Eres un buen amor,
un amor que me ilusiona, que me apasiona
un amor que amo y me hace sentir amada.
Eres un buen amor,
un amor pleno y sincero
un amor único y algo excéntrico
un amor que se disfruta,
en donde no cabe espacio para el sufrimiento.
Eres de esos buenos amores
que te hacen crecer como persona,
que te hacen querer seguir amándolos.
Eres un buen amor,
un amor que vino a cambiar mi mundo
un amor que me hace sentir plena
un amor por el cual esas mariposas en el estómago
siguen revoloteando con cada sonrisa, con cada “te quiero”.
Eres el amor que amo
el amor que disfruto
el amor que comparto.
Eres el amor que me alegra después de un mal día
y el amor que me saca de mis casillas.
Eres el amor con el que discuto
y sin embargo quiero besar al mismo tiempo,
el amor que me hace querer arrancarte la ropa
y acariciarte delicadamente.
Eres el buen amor que difícilmente dejaría
de esos amores que contarás a tus hijos, a tus nietos
de esos amores únicos en la vida.
Eres el amor que me brinda una felicidad distinta
eres mi buen amor, hecho para amar y recordar.
". . . A casi un año de vagar y robar
comida llegamos a Mullenheinn, el cual resultó el lugar perfecto para seguir
entrenando y aguzar más mis sentidos y habilidades. La ciudad tenía tantos
edificios tan grandes, que cada rincón de ella era perfecto para escabullirme y
pasar desapercibida. Después de todo ese tiempo comencé a platicar un poco más
con el anciano y me mantuve a su lado, por su protección. Solíamos vivir en las
calles, y tomábamos víveres y otro tipo de cosas que los burgueses de esa
ciudad realmente no necesitaban. Jamás dejé de buscar pistas de los bandidos,
pero no obtuve más que un nombre: Harold,
era muy poco, lo sabía, pero era mucho más de lo que tenía hace año y medio.
Algunos meses después de nuestra
llegada, en una noche de borrachera Olaf me confesó que él había sido un
bandido de las fronteras del Pico del Mundo en sus épocas de juventud, me habló
de sus aventuras con sus camaradas y de cómo los años fueron cobrándole con
cansancio y enfermedades todas las atrocidades que había hecho. Por alguna
extraña razón decidí contarle sobre lo ocurrido a nuestra salida de Annar,
sobre la búsqueda de mi familia, sobre el tal Harold y los otros 9 sujetos. Él
me comentó que bandidos como esos solían llevarse víctimas como trofeos y los
incorporaban a sus grupos para alardear de sus hazañas, lo cual incrementó mi
esperanza de ver vivos a mi madre y a mi hermano. También mencionó que estos
sujetos son nómadas, no tienen un lugar fijo para establecerse, “como nosotros”
dijo con una sonrisa. Recordó que en sus épocas de fechorías él y sus
compañeros visitaban mucho los bares en Goldar, especialmente los de Landhoff y
que muchos bandidos solían ir a esos lugares, por ello se conocían entre sí. De
esa manera obtuve una pista más para continuar mi viaje.
Tres semanas después de este
suceso emprendí mi partida hacia Goldar. Decidí no llevar a Olaf conmigo, puesto
que en su relato me dijo que no había terminado bien sus relaciones con sus
camaradas, que se corrió la voz de lo sucedido y que por eso prefería viajar
solo. Hubiese sido una masacre para el viejo ir a esos lugares, yo no podría
protegerlo ante tantos malhechores reunidos en un mismo lugar, además que sus
lentos movimientos de anciano entorpecerían por completo cualquier estrategia
de esquive e incluso de ataque. Busqué comida para él en las casas burguesas,
¡pan comido entrar y salir sin ser detectada! Suficiente comida como para una
semana, aunque el viejo bravucón se lo acabaría de una sentada. Le dejé las
pieles que me había regalado el día que nos conocimos y le tallé una daga de
madera con el nombre que él me había brindado, Drummond como un recordatorio de
nuestro tiempo juntos. Como souvenir y para bien del anciano me llevé su petaca
de licor, la cual contenía el licor más delicioso que he probado en mi vida:
licor de café, que con los años y las visitas recurrentes a los bares de Goldar
en busca de información, se volvió algo necesario para mantenerme en pie y
seguir con la búsqueda.
Actualmente vivo en una pequeña
cabaña a las afueras de Landhoff, lo cual me permite seguir frecuentando los
bares del lugar y salir de vez en cuando a acechar los bares de las ciudades
vecinas, con la esperanza de hallar a los bandidos del tal Harold y a mi
familia con ellos."
Bueno, pues esta fue la historia de la joven Drummond, un poco trágica ¿verdad? En verdad admiraba a su padre, un gran hombre en mi mente y en la de ella... Ojalá y tenga un tiempito por ahí para seguir desarrollando el personaje, porque en realidad me gustó mucho. Lo que sí, es que en el juego en el que lo desarrollé ya avanzó más la historia de la fulana... Olaf regresa a su vida y ¡de una manera tremenda! y pues ella poco a poco va a ir metiéndose en nuevas aventuras, con más personajes. Peeeero eso ya será con forme avance el juego. ANYWAYS! Pipoool, yo me retiro que estoy en temporada de entregas finales y los 2 trabajos que me quedan por entregar necesitan de todo mi tiempo y concentración (aunque procrastino la mayor parte del tiempo xD) La otra semana les haré saber qué tal estuvieron mis semanas finales D:
". . . No podía creer lo que había
pasado. Lo que sería un día tranquilo, lleno de felicidad por los logros que
habíamos alcanzado en Annar, se convirtió en el día más triste de mi
existencia. Estaba anonadada, mi padre, aquél hombre grande y fuerte a quien
tanto yo admiraba, con quien entrenaba hasta después de la media noche, el
hombre que me compartía sus historias y técnicas de ataque cada noche antes de
dormir, la única persona en quien confiaba ciegamente, ese hombre que yo creía
invencible había sido apuñalado por todas partes, había perecido intentando
proteger a su familia y yo no pude hacer nada para salvarlo.
Comenzó a anochecer, mi padre
estaba tan frío como el viento que soplaba en esos momentos. Con mis manos
empecé a cavar un hoyo en la tierra para darle sepulcro, justo en el espacio
manchado con la sangre de mi hermano. Mi hermano, ¿qué habría sido de él? ¿de
mi madre? Desaparecieron junto con los bandidos, sin dejar rastro alguno. Tenía
que encontrarlos, no podía permitir que esos asesinos acabaran con sus vidas
tal como lo hicieron con el gran Soren, o en el peor de los casos, tenía que
vengar su muerte. ¡No! ¿Qué estaba diciendo? Ellos no podían estar muertos,
teníamos que reencontrarnos para estar juntos y mantener vivo el recuerdo de mi
padre.
Terminé de cavar el agujero y
arrastré a mi padre hasta él. Le di un beso en la frente fría y sin vida antes
de tirarlo. Estaba tan cansada que mis párpados luchaban por no cerrarse cada
vez que respiraba. Caí de rodillas al suelo apenas enterré a mi padre. Estaba a
punto de desplomarme cuando vi justo al lado mío una de las dagas de Axel,
manchada con la sangre de uno de los bandidos. En cuclillas me dirigí hacia
ella y la tomé, luego tomé la otra. Las limpié con una de las pieles que traía
mi madre, y las coloqué dentro de mi capa, justo al alcance de mi mano. Me puse
de pie y emprendí el viaje en búsqueda de mi madre y de Axel, tenía que
devolverle sus dagas a mi hermano, ¿qué haría él sin ellas?
Emprendí mi viaje aparentemente
sin rumbo en búsqueda de cualquier pista para encontrar a mi madre y a mi
hermano. Yo sabía que seguía en el Pico del Mundo por los aires gélidos que me
rodeaban, sin embargo no tenía dirección específica que seguir. Atravesé por diversas
dificultades, caía en barrancos, me golpeaba constantemente, tenía peleas con
animales salvajes, la capa me estorbaba, me corté con las dagas, todo podía
soportarlo. Todo excepto el encuentro con alguna cucaracha, por más diminuta
que sea me paralizo ante su sola presencia y eso es debido a que cuando era
niña, Axel y yo quedamos atrapados en un agujero donde no había más que la
oscuridad y esos asquerosos seres. Axel lloraba porque no podía ver nada, y a
mí el pánico me recorría la espina dorsal junto con las filas de cucarachas que
marchaban sobre mi cuerpo. Podía escuchar el crujido de sus patas moviéndose,
sintiendo sus antenas, oliendo su asqueroso aroma a mugre…
En una situación similar conocí a
Olaf, un anciano que me encontró tirada en el lodo, rodeada por cucarachas,
paralizada del miedo. El anciano muerto de risa ante tal imagen, me ayudó a
ahuyentar a esos pequeños monstruos, me cobijó con algunas pieles y compartió
sus alimentos conmigo. Preguntó por mis padres, mi nombre, qué hacía yo vagando
sola la montaña y por qué le temía tanto a las cucarachas. Lo único que le dije
es que provenía de Hildestheinn y que estaba en búsqueda de 2 personas. Olaf
insistió en acompañarme hasta la ciudad más cercana, debido a que a las afueras
hay muchos bandidos peligrosos y muchas cucarachas sueltas. Ante los hechos
presenciados no me opuse a su compañía, aunque todavía no confiaba mucho en el
sujeto.
El anciano era muy conversador, a
pesar de que yo no pronunciara palabra alguna, y parecía disfrutar el hablarme
durante todo el día. Él fue quien me puso el nombre Drummond, que significa “vive en la colina de arriba”, sus razones
eran que ya no quería seguir llamándome “niña”, “tú”, “hey”, así que optó por
ponerme ese nombre que hace referencia (en cierto sentido) a lo único que sabía
de mí: mi lugar de origen. No me molestó para nada, ni siquiera el hecho de que
ése es un nombre para varón, supongo que me acomodé a él de tantas veces que
Olaf lo pronunciaba.
Para no despertar sospechas de mi
identidad o de a quiénes buscaba realmente, esperaba hasta la media noche a que
Olaf se durmiera para practicar los movimientos con mi cimitarra y las dagas de
Axel. Cada día sentía la capa mucho más ligera y mi agilidad incrementaba.
Aprendí a sacarle provecho a la noche, para entrenar, para meditar, para cazar.
Todas las mañanas yo le preparaba el desayuno a Olaf. La oscuridad se convirtió
en mi aliada, día a día aprendía más de ella, cómo moverme sigilosamente entre
casi cualquier superficie, árboles, matas, lodo, pasto, nieve, y mis sentidos
se agudizaron, todo con tal de no despertar a Olaf (en un principio) y de no
asustar a mis posibles presas para el desayuno. Es así como el anciano ya no se
percataba de mi presencia cuando me le acercaba, a menos que esa fuera mi intención.
Muchas veces le pegué enormes sustos, acompañados de bastonazos por mi
impertinencia.
Gracias a mis nuevas habilidades
adquiridas pudimos evitar muchos conflictos con los bandidos que rodeaban el
lugar y yo pude acercarme lo suficiente para escuchar sus conversaciones e
intentar averiguar el paradero de mi familia, tarea en la cual no tuve mucho
éxito, más que un par de pistas en donde comentaban que el movimiento a las
afueras de Annar los llenó de riquezas gracias a que vendieron a grandes comerciantes
de otras ciudades los materiales que la familia traía consigo. Decidí entonces
re direccionar mi rumbo hacia la segunda ciudad más grande de Haufman. [continuará]"
Bueno hoy es viernes, es decir día de entrada, pero no tengo nada específico qué comentar así que nomás paso a compartirles la primera parte del trasfondo de un personaje que realicé hace algunos días para un juego. A lo mejor y me animo a desarrollarlo más con el tiempo, pero mientras sólo les tengo un pedacito de su historia. Espero lo disfruten
¡Ah sí! He de decirles que pues el nombre que aparece aquí no es el nombre real del personaje, pero por razones de seguridad de éste xD debo mantenerlo en secreto.
"Nacida en la ciudad de
Hildestheinn, capital de Haufman. Tengo un hermano gemelo llamado Axel, con
quien siempre me comparaban a pesar de las diferencias en nuestras capacidades.
Axel siempre fue más fuerte y más tenaz, virtudes que todos en el pueblo le
reconocían, sin embargo yo lo vencía en agilidad y en el combate con armas. No
obstante nuestras diferencias, él y yo teníamos una buena relación. Mi padre fue
Soren Olrich, el principal armamentista de la ciudad, conocido por todos como
un prodigio en cuanto a la creación de armas se refiere, por lo que el negocio prosperó
incluso con ciudades vecinas. Mi madre Astrid es una leyenda en la prueba de
Holst, siendo la mujer con más victorias en la historia de Haufman.
Al ser hijos de una leyenda del
Holst, siempre tuvimos la presión de nuestra madre en cuanto a mantener en alto
el nombre de la familia, así que constantemente éramos sometidos a intensos
entrenamientos para mejorar nuestras capacidades. A pesar de que Axel era más
fuerte y por lo tanto más elogiado, mi padre siempre tuvo un especial interés
en mí y en mi destreza con las armas, por lo cual solía diseñar armamentos
especiales para mis entrenamientos, y eso desarrolló un vínculo más estrecho
entre él y yo.
Justo el día en que mi hermano y
yo cumplimos 13 años, nuestros padres nos llevaron a Annar para probar nuestras
habilidades y entrenar junto con algunos de los guerreros más reconocidos del
lugar, y también para que mi padre cerrara negocios con estos mismos. Como
incentivo y regalo de cumpleaños, mi padre me dio una cimitarra con la
inscripción “lucha hasta el final” en la empuñadura y a mi hermano le dio un
par de dagas con incrustaciones de plata. Nuestra estancia en Annar no duró más
de 6 meses, en donde nos hablaron del Ki y su uso para el combate, sin embargo,
debido al escaso tiempo de entrenamiento no pudimos aprender estas habilidades.
Días antes de emprender el viaje
de vuelta a Hildestheinn, mi maestro y compañero de combate Logan, descubrió mi
pasión por las armas y me regaló una capa especial para guardar mi cimitarra y
todas las armas que recolectara en el camino. Para el día de nuestra partida,
mi padre ya tenía nuevos negocios en puerta y muchas ideas para mejorar los
armamentos. Tanto Axel como yo mejoramos en nuestras habilidades de combate, y
mi madre llevaba consigo nuevas pieles para vestir.
Justo saliendo de los límites de
Annar un grupo de diez bandidos nos emboscaron. Nos tomaron a mi madre y a mí
por la espalda amenazando con matarnos si mi padre o Axel se atrevían a atacar.
Despojaron a mi padre de sus armas y sus materiales. Golpearon con brutalidad a
mi hermano en el rostro una y otra vez. Mi madre gritaba que se detuvieran,
mientras que yo permanecía callada intentando no moverme para que no notaran
que llevaba conmigo la cimitarra que la capa ocultaba perfectamente. Los
bandidos dejaron a mi hermano tirado en el suelo, aturdido por los golpes, y
fueron todos en contra de mi padre, sin embargo, no contaban con la tenacidad
de Axel, quien inmediatamente lanzó sus dos dagas, una a cada bandido que nos
sostenía a mi madre y a mí, justo en los pies de los malditos, lo que nos dio
oportunidad para deshacernos de su abrazo y escapar. Tomé inmediatamente mi
cimitarra, y mi madre tomó una de las dagas. Pude cortar el brazo del sujeto
que me agarró en un principio y verlo desangrarse en el suelo, mientras que mi
madre asestó el tiro justo entre las cejas del otro.
La adrenalina era tal que me
había olvidado por completo de los otros ocho bandidos que se dirigieron hacia
mi padre, hasta que se escuchó un grito de dolor tan agudo que los animales
salieron de sus escondites. Volteamos hacia atrás y ahí estaba mi hermano
gemelo golpeado a unos metros del cadáver apuñalado de mi padre. Mi madre se
apresuró a ir junto a Axel, intenté detenerla, pero los sujetos nos habían
rodeado nuevamente. Tomé mi cimitarra y comencé a blandirla con una furia que
jamás había sentido en mi vida, pero la capa pesaba tanto –en ese entonces –
que entorpeció mis movimientos. En lugar de degollarles las cabezas a los
bandidos, sólo rocé partes no importantes de los cuerpos de 3 de ellos, el daño
no fue mucho, pero fue lo suficientemente profundo para que retrocedieran. Giré
una vez más en dirección a mi madre y mi hermano, pero ya no estaban, se habían
ido, los bandidos se los llevaron. Sólo había un charco de sangre en el suelo
junto a las pieles que traía mi madre consigo, y justo atrás yacía mi padre sin
vida. [continuará]"
Hello dudes and dudettes! La entrada del día de hoy se la dedicaré a una serie que estoy viendo actualmente y que me ha atrapado desde el capítulo uno. Para empezar, esta serie la transmitían por cable en boomerang y posteriormente en cartoon network (no recuerdo sinceramente si llegaron a transmitirla en televisión abierta). Aquí en México se llama "Locos 16", pero en su país Canadá, simplemente se llama "6teen", haciendo alusión a la edad de los protagonistas. Esta serie la comencé a ver pues en su transmisión por boomerang, jamás la vi completa, y hace poco la recordé con nostalgia y dije "¿por qué no verla?"
La serie trata de 6 amigos, 3 chicos y 3 chicas que al tener ya 16 años, pueden conseguir trabajos de medio tiempo en el centro comercial (lugar en donde todo adolescente pasa sus ratos de ocio), y gracias a eso, pueden comenzar a independizarse de sus padres, por lo cual, la mayor parte de la historia se desarrolla dentro del centro comercial. A lo largo de las 4 temporadas se tocan temas típicos de la adolescencia, como la cuestión del ligue, las citas, corazones rotos, las discusiones entre quiénes son mejores si los chicos o las chicas, cómo se desarrollan los protagonistas en sus trabajos, idas al cine, al parque de diversiones, travesuras y más. Lo mejor es que al ser una serie animada pues estas cosas "típicas" pues son bastante exageradas. Es una de las ventajas de las caricaturas, a mi parecer, ya que los dibujos pueden realizar más cosas que la gente real no puede, como las acrobacias exageradas en patineta, y las caídas imposibles que vienen después de éstas.
De adelante hacia atrás: Jen, Wyatt, Caitlin, Jude, Nikki y Jonesy
Les presentaré a los personajes:
Caitlin es la chica nueva en el grupo. Es la típica rubia tonta, bonita, hija de papi, que tiene a todos los chicos que quiere sólo por mover sus pestañas y sonreír un poco. En el primer capítulo, al haber sobrepasado el límite de su tarjeta de crédito, su padre la obliga a conseguir un trabajo para que ella le pague lo que le debe. Es así que consigue ser "la chica del limón", una fuente de sodas, o más bien de limonadas, ¡con forma de limón! y comienza a juntarse con "la pandilla" ya que Jen, le consigue el trabajo y todos ellos suelen sentarse en la mesa que está frente al puesto.
Jen es la responsable del grupo, una chica atlética, muy inteligente, a quien no siempre le va bien con los chicos, pero ha tenido una que otra relación por ahí. Ella es la voz de la razón, la mandona, la organizadora. Trabaja en una tienda de artículos deportivos "El banquillo", donde es la líder en ventas. Su madre se casó con el padre de Jonesy, uno de sus amigos, lo cual la convierte en su hermanastra.
Wyatt es el chico sensible del grupo, musical, adicto a la cafeína, casi siempre carga su guitarra a todos lados y suele escribir canciones de todo lo que le pasa, especialmente sus desgracias. Al ser un chico tan dulce, es también bastante tímido con las chicas, muchas veces no puede mantener una conversación coherente por más de 2 minutos.
Y ahora les van mis tres personajes favoritos
Jude es un chico total y absolutamente relajado. Es genial por eso, dice cada frase que te mueres de risa. No se preocupa por muchas cosas, más que por su patineta y las acrobacias que puede llegar a hacer con ella, como bajar por las escaleras eléctricas, a pesar de que eso represente un enorme riesgo para su vida. Y es por eso que también es muy pero muy distraído y algo fuera de lo convencional. Él es compañero de aventuras de Jonesy, ambos al tener un sentido del humor muy inmaduro siempre buscan la manera de meterse en problemas, en especial con el guardia de seguridad del centro comercial, ya que disfrutan gastarle bromas.
Nikki es una chica ruda, sarcástica, que se molesta con facilidad por las trivialidades de la vida adolescente. Ella está en contra de las grandes corporaciones que pretenden quitarle su individualidad a las personas. Irónicamente trabaja en una tienda de ese tipo, llamada Kaki Boutique, en donde ella prefiere tomar largos descansos, llegar tarde al trabajo y no vender ninguna sola pieza de ropa, aunque eso represente que no le dan comisión. La actitud y el look de esta muchachita es la onda, porque viste muy diferente a la mayoría de las chicas de su edad. Termina siendo novia de Jonesy, una relación que en particular a mí me encanta, y es una de las principales razones por las que la serie ha robado mi alma.
Jonesy es creo yo mi personaje favorito de todos, y he llegado a esa conclusión al volver a ver la serie. Este fulano tiene un trabajo nuevo en el centro comercial durante cada episodio, siempre lo están despidiendo y eso es por su falta de responsabilidad y seriedad. Es un chico que se cree todo un as con las chicas, a pesar de que siempre lo rechazan. Tiene esta actitud de macho frente a cuanta "nena" se le cruce enfrente, diciendo que "a las nenas les gusta un hombre que les diga qué hacer", exceptuando claro a Nikki, de quien está enamorado desde que tiene 14 años, y una vez que consigue una cita con ella, cambia totalmente su modus operandi. Cuando se hacen novios, él usualmente hecha a perder las cosas con comentarios tontos, pero busca la manera de componerlas ya que de verdad está interesado en ella.
No puedo con ellos, son tan hermosos <3
Y bueno, pues creo que sí se nota más o menos mi preferencia por algunos personajes ya que ahondé más en unos que en otros. No me malentiendan, yo los amo a todos. Jen, Wyatt y Caitlin tienen sus momentos de grandeza, también se meten en muchísimos problemas y pues al fin y al cabo las tonterías las hacen todos. Pero es que Jude es genial al ser tan relajado, no he escuchado alguna persona que me diga que no le gusta Jude, él simplemente es la onda, demasiado distraído y noble como para no amarlo. Y pues Jonesy y Nikki son geniales tanto juntos como separados, y perdónenme, pero yo fangirleo mucho, muchísimo cuando tienen momentos románticos en la serie, porque es una relación increíblemente hermosa, simplemente son tan opuestos que se complementan y eso también me lo ha confirmado la gente que la ha visto c:
Además de estas particularidades, de mi fangirleo y todo, la serie tiene capítulos extremadamente buenos, y como son adolescentes animados hacen cada tontería que siempre me sacan una carcajada en cada capítulo. Hay parodias de cosas de la cultura popular, como la tienda de ropa Abercrombie & Fitch, que en la serie es "Albatros & Finch", así como también las películas de Star Wars, se llaman "War Stars", o juegos de "shots" de tequila, pero con jugo de limón puro, ese tipo de cosas. Además de tener personajes secundarios increíbles, como lo es Ron, el guardia de seguridad del centro comercial, quien también me saca carcajadas cada vez que lo veo. O Trisha, la ex mejor amiga de Caitlin, que ahora sí que es toda una perra, y pues ya saben lo que dicen, si llegas a odiar a un villano, quiere decir que es muy buen personaje.
Anyways! Estoy a punto de acabar la cuarta y última temporada, pero antes de que eso suceda, me hice un espacio para hablarles de esta increíble y maravillosa serie que no me ha dejado que la suelte, jeje. Valdría mucho la pena que la vean, que le den una oportunidad a ver si les atrapa como a mí. Como les digo a mis cuates, es como una serie típica (como Friends o How I met your mother), pero pues animada, lo cual abre más posibilidades en cuanto a las hazañas de los personajes.
Locos dieciséis intro español latino
Les dejo aquí los links de los canales de youtube. Sólo la primera temporada está en español latino y le faltan como 3 capítulos :c pero el resto, (incluyendo también la primera) están en inglés, sin subtítulos.
Tal vez tus
ojos se han secado por tantas lágrimas derramadas en una sola noche. Puede ser
que se han cansado de todas las estupideces que han visto en la computadora.
Quizás tus mejillas se encuentren tensas por tantas sonrisas que has regalado,
y tu mente quiera descansar y permanecer totalmente en blanco -aunque sea por unos
5 minutos-. A lo mejor y ya estás
preparado para bromear con respecto a todo lo ocurrido. Chance y te atrevas de
una vez por todas a recordar en voz alta. Inclusive seas capaz de cantar
cualquier triste y patética balada sin pena alguna. Pero lo más seguro, es que
tu alma siga arrojando cosas por toda la habitación, y que grite con todas sus
fuerzas hasta que la sangre se le haya subido por completo al rostro, haciéndola
parecer un tomate enfurecido. Podría tener gran certeza en afirmar que tu alma
no quiere ver a nadie, ni atiende ni una llamada telefónica, no se atreve a
escuchar música, ni a prender la computadora o la televisión. Muy probablemente
se encuentre ahí en medio del cuarto, entre todo el tiradero, recostada en
posición fetal abrazando a Staling, su único compañero, llorando todas esas
lágrimas que a tus ojos se le han acabado, porque ella las sigue utilizando,
mientras el perro las lame de sus mejillas.
Hoy es nuevamente viernes y ¡que venga la pachanga! Esta vez no los voy a agobiar con tanta palabrería como acostumbro, sólo paso a mencionar que en unas horas partiré para mi ciudad natal Tuxtla Guitérrez, en el bellísimo estado de Chiapas ¿por qué? ¿vacaciones? dirán ustedes, ¡neeeel pastel! Me tomaré la libertad de ir este fin de semana porque se casa mi primo hermano. Quizás se pregunten por qué rayos voy a ir hasta Chiapas sólo a presenciar una boda, y no, no soy la madrina, ni parte del cortejo ni nada por el estilo, sólo que quiero y tengo que estar presente en esa boda porque como mencioné ¡se casa mi primo hermano!
Aquéllos que me conocen saben que tengo una relación muy estrecha con mi familia, les he comentado que mis tías (hermanas de mi mamá) dicen todas que son mis segundas madres, y me llevo muy bien con mis primos a pesar de ser de las más pequeñas. Supongo que es gracias a la unión de mi familia que soy tan extrovertida, gritona, hablantina y sobre todo sonriente y feliz. Siempre les digo a mis cuates de Mérida "chiapaneco que no hable rápido y grite no es chiapaneco" y si es Rincón como mis primos, mis hermanos y como yo, grita todavía mucho más, ¿la razón? Porque somos taaaantos que muchas veces terminamos hablando de diferentes temas al mismo tiempo o del mismo chisme pero desde puntos de vista diferentes, entonces uno tiene que alzar la voz para que lo escuchen.
Volviendo a la boda, he decidido ir porque a un pachangón jamás se le dice que no, claro, si se tiene la oportunidad, y sobre todo porque sería la única de mis primos hermanos en no estar ahí ¿cómo van ustedes a creer que yo permita que suceda eso? Jajajaja mi mamá tampoco lo permitiría y es por eso que me pagó mi boleto de retache (regreso)a Tuxtla. ¡En fin! Como dije, no vine a agobiarlos con palabrería, solamente vine a cumplir con la entrada del día de hoy y pues a presumirles que voy a bailar toda la noche del sábado hasta que ya no pueda más C: de regreso les cuento cómo estuvo la fiesta, con los párrafos tremendos que acostumbro a escribir. Bonito fin de semana a todos y a todas