viernes, 26 de septiembre de 2014

De películas y personajes densos me como un taco, quizá dos

Una de las cosas más interesantes y recreativas que he hecho desde que vivo en Mérida es asistir a ciclos de cine y otros eventos culturales que se realizan en el centro de la ciudad. En el edificio central de la máxima casa de estudios de Yucatán, o sease la UADY, existe un cineclub llamado Kino UADY que se dedica a hacer estos ciclos de cine los viernes con temáticas determinadas cada mes. Al final de cada película se abre un espacio para los comentarios de los asistentes, críticas, reflexiones, interpretaciones y demás.

Hace unas horas fui con un par de amigos a ver una película llamada "Synecdoche, New York" o "Nueva York en escena", en español. Escrita y dirigida por el talentosísimo Charlie Kaufman, guionista de la película "Enternal sunshine of the spotless mind" (Eterno resplandor de una mente sin recuerdos), protagonizada por Jim Carrey y Kate Winslet. Ambas películas me han encantado por la cantidad de elementos que poseen y porque, a pesar de que no se logran entender en su totalidad (o por lo menos no la primera vez que se ven), uno queda impactado con todas las reflexiones e interpretaciones que se pueden sacar de este tipo de historias.

Caden Cotar, director de teatro





Es gracias a este tipo de eventos que uno puede salirse un poco de lo "convencional", de lo mainstream, de lo popular que son las películas de cine Hollywoodense, y pues empezar a tener una mayor visión en cuanto a la apreciación cinematográfica. Claro, no me estoy considerando ya una experta en cine de arte ni tampoco una crítica o conocedora del tema, yo simplemente disfruto de las películas, y si son desafiantes para mi entendimiento, más que sólo entretenidas, me enamoran aún más.

Eso me pasó con otro film, el cual no vi en Kino UADY ni tampoco en Mérida. Esta película la vi mientras estaba de vacaciones en mi natal Tuxtla, y fue por casualidad del destino que me la encontré y decidí verla ya que es protagonizada por uno de mis actores favoritos, James McAvoy. La película está basada en el libro del autor Irvine Welsh, "Filth" (Escoria), cuyo nombre es el mismo en ambos casos. Tanto me gustó la actuación de James como el desarrollo del personaje y la historia que decidí leer el libro e igual fue impactante.

Detective Bruce "Robbo" Robertson

Robbo tan encantador como siempre

Ambas historias, tanto "Synecdoche, New York", como "Filth" son a mi parecer muy densas. ¿Qué quiero decir con eso? Están cargadas de símbolos, detalles, ideas, contenidos que no dejan descansar ni un segundo la mente del espectador. Obviamente Filth al ser una adaptación del libro, se queda corta con la verdadera complejidad del protagonista, sin embargo, con sólo ver la película basta para impactarse con ello. 

En los dos filmes, los personajes tienen serios problemas de salud física y mental (aunque estos últimos Robbo los presenta más claramente que Caden), y a mi parecer siempre se encuentra esta lucha constante entre el protagonista y su realidad, una realidad que no ha hecho más que apabullarlo, quitarle las ganas de vivir, sólo que a diferencia de la mayoría de las películas a los que estamos acostumbrados a ver, el protagonista no lucha directamente con la realidad, sino que la manipula de una manera tan sublime que pareciera están a punto de superarla y hacer de ella su voluntad.

A Bruce siempre se le puede ver con un buen whisky escocés, una de las pocas cosas que en realidad ama de su país

Caden crea un set tan grande como la ciudad de Nueva York para representar lo que es en realidad la vida

Quisiera hablarles más de cada película y de cada uno de los personajes. No he de mentirles, yo amo a Robbo principalmente porque es James McAvoy, pero la manera en que manipula a quienes están a su alrededor me hizo adorarlo a pesar de que es una basura de persona (obviamente en el libro se destaca mucho más la suciedad de su personalidad), pero no podría ahondar en las cualidades y defectos que hacen de él una escoria, la escoria de la vida, la escoria de la película. E igual sucede en el caso de Caden, no podría hablarles mucho del personaje porque es demasiado complejo (y deprimente) como para abarcar la totalidad de su esencia y explicárselos en las líneas de este blog. Así que les dejo de tarea muchachones y muchachonas que se echen por lo menos una de estas dos películas, que la neta son mind blowing, a ver qué les parece. Puede que les encanten como a mí y hasta se quieran echar el libro de Filth, o que simplemente las encuentren cansadas, tediosas y prefieran seguir con el cine Hollywoodense, pero allá ustedes, vale la pena aventurarse a chutarse estas historias y llegar a un veredicto ¿no creen?

Por mi parte es todo... sólo dejaré los links de los trailers a ver si se animan a hojearlos y a descargar o ver online las películeishons.

Synecdoche, New York trailer
Filth trailer

sábado, 20 de septiembre de 2014

En el mar la vida es más sabrosa

En agosto se cumplieron 3 años desde que empecé a vivir en la blanca Mérida, y mucha gente se sorprende que en ese tiempo yo no me haya dado mi "escapada" hacia las bellas costas de Cancún, estando tan cerca. Pero bueno, para el puente del 15-16 de septiembre (porque a nosotros sí nos dieron puente), me invitaron a pasarla en Cancún y pues ¿qué les puedo decir que no sepan ya? ¿Que la gente se la vive de antro todas las noches? ¿Que la zona hotelera es inmensa? ¿Que el mar es precioso como ningún otro que haya conocido? 

Conocí una de las playas de Cancún y también fui a Playa del Carmen, no está de más decir que los colores del mar son impresionantemente bellos y que la arena es tan fina y bella que es un deleite caminar sobre ella. A comparación de las costas del Pacífico, como Huatulco, Oaxaca; Puerto Vallarta, Jalisco y Puerto Arista, Chiapas que la arena es gruesa, porosa y rasposa, la arena del Caribe mexicano es exquisita, deliciosa. 

No fui a emborracharme, ni a ligar, ni a pasármela de fiesta ni mucho menos, yo sólo fui a conocer, porque ya era justo y necesario que lo hiciera ¡conocer uno de los mares más bellos del mundo! si no es que el más hermoso de todos. Y como publiqué en facebook hace unos días, "a mí pónganme el agua en la presentación que sea: cenote, mar, alberca, río, lago, y no me sacan en horas". Me encanta nadar y en el mar me fascina jugar con las olas, que me revuelquen o nadar dentro de ellas. 

Durante mi paseo por Playa me dijeron que el mar es super tranquilo, tanto que hasta parece alberca, pero el día que fui, como iba a llover, andaba bieeen picadito y las olas estaban chidas para tener un combate uno a uno con ellas. Lo mismo sucedió en las playas de Cancún. Siento que si me hubiera tocado en una temporada en la que el mar está más calmado, quizás no lo hubiese disfrutado tanto como ahorita, es decir, la experiencia de estar dentro del agua, porque como ya mencioné, la belleza del mar habla por sí misma. Esto se debe a que estoy acostumbrada a que al mar se va a luchar contra las olas y a reírte de ti mismo y de tus cuates cuando nos pegan la arrastrada de nuestras vidas, a pesar de que la mugre arena rasposa lastima las rodillas cuando intentamos frenar el arrastre.

Para mí el mar es increíble debido a su inmensidad, sea de donde sea y como sea. Ya sea con arena oscura y aguas color azul marino como en Puerto Vallarta o Puerto Arista, arena "común" como la de Huatulco, o arena blanca y olas cristalinas con diferentes tonalidades de azul como en Cancún. Esté "feo" o "bello", en el momento en que lo visite, para mí siempre será una experiencia increíble visitarlo, como si volviera a ser una niña que lo único que quiere es ir a nadar con las olas, que al fin y al cabo a eso voy, a que me den la revolcada de mi vida, jeje ¡En fin! Sinceramente espero poder visitar esas hermosas costas una vez más, con más tiempo (y dinero) para seguir maravillándome con la enormidad de la naturaleza y lo imponente que es el señor mar.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Yo no sé tú, pero yo vine a bailar

En la ciudad en donde vivo hay una cosa que se llama Secretaría de la Juventud (SEJUVE), que cada semestre imparte talleres culturales y deportivos de a grapa. Desde enero del año pasado me inscribí al taller de salsa, y este semestre regresé por tercera ocasión.

Se preguntarán ¿por qué rayos regresas al taller? ¿No aprendiste a bailar? La neta tanto como que aprender a bailar no... aprendí pasos básicos y otros pasillos más elaborados de lo que es la salsa en línea, aprendí a seguir un poco el ritmo y a dejarme llevar por mi pareja (porque todos los bailes son bieeeen sexistas, el hombre es el que dirige), pero sobre todo aprendí a soltarme, a disfrutar de la música y de mover el bote sin pensar que alguien detrás podría estar burlándose de mí.

Como les digo, esta es la tercera vez que entro, también en enero de este año estuve y fue el reencuentro con mis amigos salseros (somos una banda pero si bien chévere) y ya ven, como es el mismo curso, los primeros días el maestro enseña los 4 pasos básicos de la salsa en línea, y uno que piensa que se lo sabe todo ya empieza de farol (presumido) junto con sus cuates del curso pasado.

Las clases de este semestre comenzaron apenas el lunes y pues uno que es amante del meneo de las caderas asistió para farolear un poquiris. La neta es super divertido. Decimos cada estupidez con mis cuates, hacemos gestos locochones y nos ponemos luego a bailar "de conjunto" o como si estuviéramos en carnaval. No miramos nunca atrás, pero sé y estoy segura que la gente se ríe de nuestras tonterías, y supongo que también habrá algunos que nos tachen precisamente de faroles y engreídos, pero eso es lo de menos. Yo asisto a divertirme, a bailar, moverme, desestresarme (porque la verdad sí sirve para relajarse y un buen, sólo piensas en la música y en la diversión con los amigos).

Es por eso que regreso y siempre les cuento de ello a mis cuates de la escuela. Aproximadamente en marzo convencí a un amigo de unirse y ¡hasta con novia salió! Este semestre 2 amigas se unieron a nosotros y a pesar de que estaban super apenadas y medio perdidas con los pasos (mugres viejas se la pasaron quejándose toda la clase, pero así son ellas), les demostré que nosotros llegamos a jugar, a reír, a bailar, "vivir mi vida lalalala", y al parecer se divirtieron mucho. Ya me dijeron que egresarán la otra semana y estoy muy contenta por eso, ya que es una actividad que disfruto mucho y qué mejor que mis amigas de la escuela compartan un gusto, una experiencia más conmigo.

Como les digo a mis amigas el chiste de esto es soltarse... a mí, para ser sincera, me encanta ver a los hombres que bailan, pero mucho más si se ve en sus rostros que disfrutan la movedera, eso los hace mucho más atractivos que el baile en sí. Porque sinceramente ¿qué chiste tiene bailar chido si lo haces nomás por hacerlo? ¿si no lo disfrutas al grado que te olvidas de los problemas que tienes con la escuela, el trabajo u otras cosas? Gracias a estos "cursos" y a los excelentes amigos que hice ahí, ya no me importa lo que la gente piense de mí o de mi baile, me importa pasar un buen ratote con la gente que quiero y con una de las cosas que más me gusta.

Así que párense muchachos y muchachas y muevan el bote al ritmo que quieran, salsa, cumbia, merengue, reggaetón, bachata, electrónica, como sea... que bailar libera al cuerpo y de paso al alma y la mente también.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Sumando uno que otro año más. Más gente, más risas

"Llegó ese feliz momento en que te puedo contar, que jamás te ha de olvidar mi sensible pensamiento, espero que pases contento (a) el feliz día de tu santo, sin penas y sin quebranto, ante esta reunión querida, pues sabes que no te olvidan tus amigos y tu familia que te quieren tanto."

Este es uno de tantos poemas que se le dedica a la persona que está cumpliendo años y por la cual, todos se reúnen a pasar un buen rato y comer harta botana. En mi familia esta es una tradición que se hace en el cumpleaños de cada uno de nosotros, y al ser tantos (tíos, primos, sobrinos), se realiza varias veces al año. Asimismo, acompañado de estos versos, la persona que lo recita sostiene una corona de flores sobre la cabeza del festejado (a) y al terminar de decir la letanía, coloca la corona sobre la cabeza del cumpleañero (a) y le da un fuerte abrazo. Posteriormente toda la gente se para a darle el abrazo a quien tiene la corona. Esto normalmente se hace una noche antes del cumpleaños -supongo yo que quien lo pensó así quiso que la persona celebrada pasara sus primeras horas con las personas que la quieren y que siempre están bien puestos para la pachanga- siendo una tradición puramente zoque, es decir, única del centro del estado de Chiapas (en ningún otro lado se estila hacerlo).

Escribo esta pequeña introducción cultural ya que el sábado pasado cumplí mis 21 primaveras. Así es, ya soy legal en todo el mundo, me pueden demandar y meter a la cárcel donde sea, pero igual puedo beber alcohol (cosa que casi no hago) en cualquier mugre lado :) . . . ¡En fin! Desde que vivo en Mérida, he pasado 4 cumpleaños lejos de mi casa y mi familia, así que tristemente ya no he festejado mi corona. Sin embargo, esta vez festejé durante todo el fin de semana, es decir, viernes, sábado y domingo, junto con mis amigos, un par de tragos y claro, comida por doquier.


La botana traída desde Chiapas no podía faltar
Se me hace curioso cómo desde muy pequeños nos enseñan que los cumpleaños son algo muy muy muuuuy importante, es decir ¡es un año más de vida! ¡come on! ¡hay que celebrar tu existencia! Pero si de eso se trata, supongo que habría que festejar cada día de existencia, ¿cierto? Aunque eso podría ser un poco malo para la economía, bueno, dependiendo cómo se quiera celebrar, si a lo grande con botana, música, alcohol y coronas, o simplemente carcajeándose con cada estupidez que se dice con los amigos (así sí sale más barato, y es algo que se disfruta mucho). Bueno, como iba diciendo, además de aprender a decir ¡hey es mi cumpleaños, vamos a celebrar! También nos enseñan que no se celebra con cualquier fulano, como si estuvieras en un bar y le dijeras al barman "cuate, te invito una chela porque es mi cumple", eso simplemente no pasa (o bueno, no normalmente), sino que nos enseñan que debes de celebrar tu existencia con las personas con quienes la compartes y que están supuestamente felices de eso, de que existas. Entonces, tus padres hacen fiestas o reuniones en donde te acompaña tu familia (en mi caso te coronan) y conforme vas creciendo te permiten invitar a tus "amiguitos" para jugar con ellos y claro, claaaaaaaaaaro, que te den más regalos. 

Una de las mejores cosas cuando uno es niño, y creo que también ahorita en la "adultez" es recibir regalos, es por eso que además de la celebración y el pastel, esperas con ansias tu fecha de cumpleaños, porque ¡te dan cosas bonitas y gratis! (bueno, no siempre son tan bonitas). Recuerdo que en las fiestas de mi sobrina Kamila, ella iba a recibir a sus invitados -por instrucciones nuestras- y antes de saludarlos, ella iba directamente a agarrar su regalo. ¡Claro! Si a uno como niño lo que le importa es el juguete que viene dentro de la caja, no la persona que ha llegado, y ¡oh la decepción! cuando el regalo contiene ropa, ¡ROOOOPA y no juguetes! Eso es algo que siempre le he dicho a mi mamá cuando pretende regalarle conjuntitos a mis sobrinos, "mami es decepcionante que de niño te regalen ropa, tú esperas algo para jugar, no ropa que no te gusta usar y que te pueden comprar tus papás". . . Pero bueno, con el paso de los años parece se que las cosas entre el objeto recibido y la gente invitada se empatan, te importan tanto las personas como lo que te puedan llegar dar, a veces ni te regalan nada y sólo con que asistan a festejarte es más que suficiente -bueno, hablo por mí cuando digo esto-, pero un regalo nunca, pero NUNCA de los nuncas estará demás C:

Regalitos de Miranda y Richo. La playera fue de mí para mí 

Anyway, regresando al tema del fin de semana pasado, festejamos los 3 días porque separamos las fiestas, ya que son círculos sociales distintos en los que me muevo y pues, la verdad, el juntar a todos en un mismo lugar no resulta para el festejado (a) porque anda compartido (a), un rato con ellos, otro rato con aquéllos, no has hablado con fulano y te preocupa que no llegue mengano. Además que los temas de conversación suelen ser muy distintos y por andar con unos, te pierdes de lo que dicen los otros. Siento que por eso es mejor separarlos, para que no haya atención dispersa y se le pueda dedicar el tiempo necesario a cada persona o grupo de personas que asisten a celebrar contigo tu cuatrapeada existencia. . . Toda la logística de este magno evento estuvo a cargo de mi amiga Miranda, ya que, aunque a mí si me gusta festejar mi cumpleaños con mis amigos, platicando de "n" mil cosas sin sentido, no soy de las personas que lo organizan, no sé, no me siento cómoda haciéndolo, así que ella es quien toma la batuta y cita a la gente, claro, platicando conmigo a quiénes invitar, dónde, a qué hora y cuándo. Así que en palabras de Miranda, fue una "fiesta patronal", como se dice aquí en Yucatán, o como diría mi familia en Chiapas "anduve como virgencita de Copoya", es decir, celebrando 3 días.





Y es el primer año que hago esto, ¿pueden creerlo? Yo que soy tan amiguera y tan hablantina (como podrán notar en mis párrafos) Ya que el primer año que estuve en Mérida, teníamos menos de un mes de haber entrado a clases y mis compañeros todavía no eran mis amigos, mis cuates, no había confianza pues, no nos queríamos, ni nos importábamos x) así que mi madre, para que no me la pasara solita, vino desde Tuxtla a pasar mi cumpleaños número 18 conmigo. Ahora en cambio, ya teniendo 3 años viviendo en Yucatán, habiendo conocido más gente y por lo tanto, teniendo más amigos en quiénes confiar, se prestó para hacer la fiesta patronal. Afortunadamente no faltaron los abrazos, las risas, los chismes, los buenos deseos, la comida, el detallito del pastel de cumpleaños (haya sido un pastelito comprado en el oxxo de la esquina, un submarino con una velita encima o un malvavisco embarrado con nutella), el "que los cumplas feliz", las mañanitas cantadas por don Vicente Fernández, las llamadas, los mensajes en facebook y en whatsapp, y gracias a la tecnología de los teléfonos, tampoco faltó el famoso "llegose" (como le dice mi tía al poema de arriba) ni el "dios bendiga" (una rola que cantan mis tías también durante la corona). ¿Ven? Con todo esto una se siente verdaderamente querida e importante en la vida de aquéllos que la rodean, creo que esa es la parte más chida de los cumpleaños (además de los regalos), que con la mera presencia o llamada te demuestran que te quieren y que indeed están festejando todos un año más de tu existencia. No sé, como que aumenta el autoestima y también la alegría por la vida, o por lo menos la mía C:

Sé que hay mucha gente a la que no le gusta celebrar su cumpleaños y en realidad no sé por qué, si es bien divertido. A otros simplemente no les importa y si se los festejan chido, sino también. Pero por mi parte, yo disfruto mucho el andar pachanguenado, y con eso no me refiero a irme de antro, estar despierta toda la noche y emborracharme hasta caer o vomitar o las dos cosas, me refiero, como ya expliqué en toda la letanía de hoy a pasar un buen ratote con los cuates, riendo como es de costumbre y comiendo cosas deliciosas de a madres (sip, la comida es muy importante)